Un ardor recorre mi pecho y un dolor mi corazón
El ardor explota acuoso por mis ojos
Y el dolor con un silencio aberrador.
Los minutos jamás esperan tu voz
Y así trascurren momentos de puro dolor.
Ambos sabemos lo ilógico que es
Mientras mi corazón y mi mente
Debaten ceñidamente…
No, no se puede entender, si te amo y tú me amas
Aún así la distancia nos hace entorpecer.
Tus ojos frente a los míos podrían coincidir,
Expresarse mutuamente: ¡Tú eres mi razón para vivir!
Pero la tecnología aún no descubre cómo
Algo tan simple poder percibir.
¡Que consuelo es estar entre tus brazos!
¡Que tortura tenerte a tantos pasos!
Autor: Marisela Esparza
0 comentarios:
Publicar un comentario